viernes, 4 de marzo de 2011

cuentas pendientes a saldar (sin numeros)

El director del medio en el que trabajo (La Voz del Tajo) ha estimado conveniente suprimir varios comentarios publicados en el apartado de 'Opiniones' de 'La Voz del Tajo. Todos los que os sintais censurados vais a ver publicadas vuestras opiniones en este blog. Lamento, de veras, que ninguno os identifiqueis. NO HA SIDO MI DECISIÓN. HA SIDO DECISIÓN DE LA DIRECCIÓN DEL PERIÓDICO, pero aquí pasamos a otro plano, ¿verdad?
Os voy a responder a todos los que no habeis podido postear por decisión de la dirección de este medio y su webmaster en este blog. Al fin y al cabo, hemos nacido para defender nuestras ideas, intereses, creencias y motivos. Lo cual no quiere decir que yo me coma las críticas hacia mí con cebolla, picada o sin picar.
Empezaré por decir que un lirio vale más que una rosa, y ese lirio me lo ha dedicado mi amigo Alberto Casanova, con el que conviví hombro con hombro los escabrosos y los buenos momentos de nuestra infancia. En el último e-mail que me remitió hace cortas fechas me dijo literalmente que se enorgullecía de tenerme como amigo. Me vale más su testimonio que el de todos esos que deploran mis opiniones. Soy más noble que muchos de los que intentan MANTENERME en la picota.
Es igual. A todos los que habeis publicado vuestras anónimas opiniones en la web de La Voz del Tajo y que han sido dejadas de publicar, repito, por decisión de la dirección, os responderé desde aquí uno poor uno. Me vais a dar el trabajo de cortar y pegar muchos textos, pero me da igual. Parece que he levantado una herida mal curada, según para quién. Como ya dije en mi anterior intervención, sólo tengo palabras para agradecer a este semanario el que me deje cada semana expresarme. Y repito, por cuarta vez, que mi intención en la crítica al colegio de Los Maristas no se basa nada más que en la búsqueda de justicia. De que se sepan fechorías y minusvalobrables actos de moralidad y educación cometidos (sí, cometidos) por algunos profesores a los que hoy algunos de mis compañeros parecen profesar admiración después de haber presenciado castigos corporales o psicológicos ante sus propios ojos.
Es curioso. El otro día una antigua alumna de la Compañía de María me comentaba que cuando eran niñas (3-4 años) y se hacían pís encima, las paseaban por el resto de las clases para humillarlas. Innombrable.
¿Que por qué sigo con todo este tema? ¡Pregunten a Zapatero por qué va con el asunto de la memoria histórica adelante! Pero si sólo aspiro a que se me dé la razón, como hace Carlos Rubio (Gracias, Carlos, por identificarte y por decir que es cierto lo que afirmo) en reconocer que lo que digo es verdad, en mi blog o en mi página web
Lo siguiente es un mensaje para los opinadores que han escrito sus líneas en la página web de lavozdeltajo.com y no han visto publicadas NO POR MI DECISIÓN sus textos. Tened por seguro que en muy breve tiempo saldrán las vuestras y mis réplicas. Parece mentira lo que algunos decís. Pero como ya tenemos tiempo para charlar sobre todo, os espero. Relajado y tranquilo. Pero, aún así, me encantaría que más de uno os identificárais, o al menos digáis cuándo, cómo, dónde y por qué os humillé, extorsioné, maltraté, golpeé, u os causé algún daño. Decídmelo, alguno. Si no, seguireis siendo para mí una caterva de pobres, imprivilegidadas, asustadizas, insustanciales, adocenadas y recatadas mentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario