viernes, 11 de marzo de 2011

Cuentas pendientes: Aquí ni se gana ni se pierde

Me resulta, al menos curioso, que haya levantado tanta polvareda con mis últimas opiniones. Agradezco a todos los que conozco que han posteado en este blog expresando la veracidad de lo que describo, pero a la vez lanzo una ¿última? diatriba contra este colegio presuntuoso y presumido. Me educásteis, pero también me traumatizásteis. No os debo nada. Cobrábais por ello. Aunque yo tuviera que sufrir esos traumas.
Quiero finalizar todas estas reflexiones sobre Los Maristas, porque debo tender a que este blog sea una fuente de nuevos temas. Por eso, con esto, y de manera 'light', finalizo esta serie (que no resucitaré salvo agravio o necesidad) en ningún momento más.
Dicho sea verdad, he tenido la tentación de citar al actual director del Colegio Marista para realizar una entrevista a publicar en este blog, pero creo que no merece la pena. Tras la dura conversación telefónica que mantuvimos dudo mucho que accediera. Yo no llamaré a su teléfono, de momento, si las aguas siguen volviéndose mansas, como así parece.
Comentaré una última anécdota, aunque seguro, siendo padre de la alumna, no lo calificaría de esa forma. Estábamos en el polideportivo de Los Maristas, en clase de Gimnasia, posiblemente en 1º o 2º de BUP. Poco tiempo antes se había empezado a admitir a alumnas (Los Maristas comenzaron siendo un colegio exculsivamente masculino) para estudiar BUP. En mi clase estudiaba Montse, resultona y guapa, como correspondía a su edad y porque la Naturaleza así la dotó.
Atención, pregunta a antiguos compañeros de clase... ¿Qué Hermano Marista fotografíó a Montse justo cuando en clase de Gimnasia en el polideportivo y ella en pantalón corto hacía el 'exterior' (o sea. abriendo las piernas en el salto) en el potro en plena clase?
Pista: Estuvo en Zaire.

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