miércoles, 2 de marzo de 2011

cuentas pendientes (VII) (respuesta num. 1 a el anónimo recibido)

Mi inestimado, cobarde y ex-amigo

Si algo no soporto es el anonimato. Yo doy la cara. Tú no. De tus letras publicadas, deduzco que convivimos muchos años juntos. ¡Qué lástima que no quieras identificarte! Mi inestimado cobarde: leo con atención las líneas que me dedicas, pero sólo provocas en mí rechazo. Parece mentira que defiendes, ya que indicas que tienes familia, a maltratadores de niños de 7 años. ¿O es que eres hijo del llamado D. Francisco?.
Ten por seguro que no me importa lo más mínimo ser tu ex-amigo. No tienes ni idea de lo que me tocó pasar en los Maristas. Ni siquiera sabes si acabé el Bachilerato. Sí hombre sí. Y estudié dos años de Filología Inglesa en la Complutense. Pero, como dices que te doy miedo, no me mereces la más mínima confianza. Supongo que serías, cobarde como eres, capaz de decir que alguna vez te he pegado. ¡Pero si jamás he puesto la mano encima a ninguno de mis compañeros!
Inestimado cobarde y anónimo ex-amigo y ex-compañero (al parecer): ya que dices tener familia, comenta mis malas maneras y malas formas. Ya que parece que perdonas las agresiones que cometía tu 'amado' y estimado D. Francisco en 1º de EGB, cuéntame si tienes hijos de esa edad o superior que reciban el mismo castigo corporal que a mí me tocó padecer. Inestimado y cruel cobarde anónimo: No he de darte miedo, no me como a nadie. No intentes amparar tu anonimato en tu propia bajeza moral. Somos mayorcitos, adultos y capaces de, como bien dices, tomar un café y limar asperezas. Pero, al menos, ten la decencia de mostrar tu nombre, identificarte y decirme cuándo, dónde y cómo quieres que nos veamos. No me vale que me digas que me tienes miedo. ¿O es que te pegué alguna vez? ES SEGURO QUE NO.
Insinuas en la carta que publico que si el Dios Baco me inspira. Bueno, no ssé cómo alguien que sella sus cartas desde La Vaguada en Madrid es tan majo de dirigirse hacia mi persona, pero hay veces que de pura tontería se os pilla. Como bien dices, no me voy a esforzar en saber quién eres. Los cobardes siempre os ocultáis. No me importa. Tampoco el volverte a ver o a encontrarme contigo. Es cierto que este mundo, como afirmas, 'es un pañuelo', a lo mejor nos volvemos a encontrar.
Mientras tanto, seas quien seas, quedas en el limbo de los cobardes, de los ex-amigos y de todos aquellos que admiten los abusos en forma de maltratro que recibimos. Inestimado y anónimo cobarde: qué bien te tuvo que ir. Con tu falta de virtud te lo comas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario