martes, 24 de mayo de 2011

Perdón por las disculpas

Así se titulaba un LP (qué tiempos aquellos, los analógicos) del grupo 'No me pises que llevo chanclas'. Si no sabes lo que significa LP no hace falta que sigas leyendo.
Muchas y movidas han sido las situaciones vividas desde que escribí mi último post. Pero juro que es que no he parado.
Bueno, a lo nuestro: pues perdón por las disculpas, como dice el título. Pero es que este mayo va a ser para recordar, no tanto por sus ferias, sino por sus elecciones. ¿Quién esperaba que Lago pegara tal 'paliza' en votos a Rivas (candidatos del PP y del PSOE a la Alcaldía de Talavera respectivamente)? Nadie.
Era curioso según iban enviándonos los resultados el asombro que se iba produciendo en la redacción en la noche y madrugada de este pasado 22-M. Allí estábamos actualizando de continuo la información de los resultados en Talavera y su comarca. Pero el empate que preveíamos se convirtió en una debacle para los socialistas.
¿Merecida? Puede ser. Con mal capitán no se llega a buen puerto. La marinería que acompaña al señor Zapatero se ha ahogado en la nave. Ya sólo quedan el capitán y sus jefes de mando para dirigir una nave que no se sabe si tiene el rumbo adecuado.
¿Era el PP el truco o el trato? Yo no despejaré la incógnita, que para eso he asistido a unas pocas convocatorias electorales.
Pero recomiendo que leáis mi colaboración el La Voz del Tajo del martes 24/05/2011 titulada 'Al final sí que voté'.
Refleja mi más sincero sentir.

martes, 10 de mayo de 2011

¿Truco o trato?

Como cada vez nos volvemos más yankis, hay fiestas de Halloween en los colegios y perdemos algunas de nuestras costumbres a cambio de otras que son famosas en sus paises, me atrevo a preguntar: qué hacemos, ¿truco o trato?
El enfoque de este comentario va dirigido hacia nuestros votos que han de ser depositados en las urnas el próximo 22 de mayo. No seré yo el que desvele quién es 'truco' y quién 'trato' en este 'post bloggeado'. Pero sí seré claro en otras cosas. ¿Quién nos engaña (truco) y quién nos intenta transmitir consenso (trato)?
Bajan aguas turbias, pero hay dos opciones, el truco o el trato. Dependiendo de lo que elijamos tal vez esas aguas se aclaren o tal vez se oscurezcan. No se sabe.
Tal vez todo se reduzca a que estamos en manos de dirigentes que puedan dar confianza o no al elector, pero lo que está claro y dije en la edición de La Voz del Tajo del 10 de mayo de 2011 es que nunca gustamos a todos. ¿A quién escogemos: a Barreda o a Cospedal? ¿Quién es el 'truco' y quién el 'trato'?

Lector, ¿tiene usted decidido ya definitivamente su voto?

Sepa elegir.

Hay trucos que parecen tratos y tratos que parecen trucos.

martes, 3 de mayo de 2011

Extrañeza

Observo con cierta extrañeza que el artículo que escribí con el título ‘Mi madrecita’ (en el cual ni había tendencias políticas ni polémicas, ni nada parecido) para el semanario en el que trabajo, en su versión digital recibo muchísimos más ‘votos’ de ‘NO’  que de  ‘SÍ’, en mis colaboraciones respecto a la cuestión de si ‘¿Le ha parecido interesante este articulo?’ que aparece al final de mis columnas de opinión (y de las del resto) los ‘noes’, cuando menos, triplican a los ‘síes’. Pese a que, según las estadísticas de visitas, a las que tengo acceso, casi llego a las 3.000 semanales.
Hummmmmmm.
Muy curioso.
Bueno, pues vale. Internet es un medio por el cual podemos expresarnos y acudir a cualquier instancia y colgar o enviar un correo a quien queramos.
Pero mi extrañeza proviene porque cómo es posible que con tal número de visitas reciba tantas ‘negativas’ a la hora de valorar mis colaboraciones.
Voy a dedicar en este blog unas líneas a todos aquellos que no consideran ‘interesante’ lo que escribo en mi espacio de ‘La Voz del Tajo’.
Os lo advertí: lleváis la penitencia en leerme. A mí me da igual el que las estadísticas de esos enjuiciadores vayan en mi contra. Pero, comprendedme, estoy en mi derecho a dirigirme a ese centenar y pico de lectores que se posicionan en mi contra.
Y os quiero decir algo, votantes de la web de ‘La Voz del Tajo’ en mi contra: no es necesario que me leáis. Supongo que para muchos de vosotros soy mala gente, no os gusta mi estilo o, simple y llanamente, votáis por lo que dije en su día respecto a lo que todos sabemos. (Evidentemente, el tema marista).
A lo mejor alguno de vosotros ha reiniciado el ordenador más de una vez para poder volver a votar porque no tenéis IP fija. Me la refanfinfla.
Pero no me deja de parecer extraño que me sigáis. Con votos o sin ellos. Repito: en mi blog no me voy a callar: lo que espero son vuestros comentarios. Yo, si no me parece interesante una opinión, o bien no lo digo, o bien no lo comento, o bien no sigo a quien la redacta.
Es muy fácil de comprender.
Ese es mi punto de vista. Ahora, queridos defenestradores, espero el vuestro.
Aquí.

domingo, 1 de mayo de 2011

Para Ernesto Sábato

Yo sí lo escribo con tílde, aunque él prefería hacerlo sin ella. Me refiero a su apellido.
Admiré a Sábato cuando en mi adolescencia, esa etapa que vamos dando pasos hacia uno y otro lado hasta que, una vez sobrepasada, nos orientamos en la vida, leí ‘El Túnel’, su obra maestra.
Sábato era de los pesimistas, de aquella corriente ‘existencialista’ que agrupó a otros genios como Sartre (con ‘La Náusea’) o Camus (con ‘El Extranjero’). Todos ellos cautivaron mi atracción y a todos ellos leí sus obras citadas, entre otras.
Se marcha Sábato, muere un año antes de cumplir los cien el pasado sábado 30 de abril, casi ciego, como su protagonista de la novela ‘El Túnel’. Este argentino cuya vida fue solidificada por la pena y el dolor nos deja la visión del lado malo de nuestras vidas. Pero es que los pesimistas como yo no podemos sino admirarle. Al igual que Sartre y su manera de vivir (tuvo una complicadísima relación con Simone de Beauvoir) Sábato fue un novelista aferrado a la tristeza, a la filosofía de la perspectiva negativa, a la cuestión de si esta vida a la que nos han traído merece o no la pena.
De ahí que valorara la opción del suicidio. Por eso, esa tierra tan amplia como genial y tan peculiar como es Argentina era el único sitio donde Sábato podía haber nacido. Si nace en otro lugar, Don Ernesto no habría alcanzado el rango de genio que merece.
Se va pero se queda. Y si leen ‘El Túnel’, sabrán por qué lo digo.
Hasta siempre, mi admirado Ernesto. Puede que arriba, en el cielo, o abajo, si tengo la mala suerte de que me toque ir a residir eternamente en el Hotel ‘Satanás’ nos conozcamos y, tal vez así, después de haber tenido la experiencia de pisar este planeta, podamos compartir juntos la experiencia de ‘ver la luz al final del túnel’
Gracias, maestro.