miércoles, 3 de agosto de 2011

Angosto agosto

Estamos en el mes veraniego más excelente. (Casi) todos de vacaciones, retornando a playas, sierras u otros lugares para despejar nuestro habitual estrés. Quedamos cuatro monos, sin saber lo que pintamos.
En este estrecho (angosto) agosto o bien nos damos un respiro o bien lo padecemos. 'Vacaciones, vacaciones en un país tropical' cantaba 'Aeorlíneas Federales', aunque luego decía la letra: 'vacaciones, los coj... es mejor trabajar'.
Nos hemos encontrado con un desfiladero estival en el que no hacen falta los míticos '300' de la película para hacérnoslas pasar canutas. Con 100 vale. Y sobra. Escudriñamos ese noviembre decisivo, en el que se decidirá quién nos dirige como nuevo teniente general, el flamante príncipe de la política nacional. Queremos cambios. ¿O no? Aviso: nos vamos a 'jartar'. Salga el que salga elegido.
Más nos valiera no haber sabido nunca lo que es la 'prima de riesgo', a quien hace unos meses hubiéramos catalogado como una pariente descocada o lasciva, y ahora nos enteramos de que nos cuesta más que podemos pagar. El descoco de la economía, la lascividad de los mercados es lo que nos está machacando. Queda mucho mes, el paso es estrecho, las perspectivas también angostas.
No se vive nunca como uno quiere, pero tampoco es de recibo vivir como los demás te obliguen.
Que llegue ya noviembre. Su lluvia y su tristeza transmutada.

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