Por fin voy a escribir mi primera página sin que tenga que ver con el Colegio de Los Maristas de Talavera. ¡Qué alivio para algunos! ¿Verdad?
Vamos allá. Para todos aquellos que creeis que sólo aspiraba al 'rencor y la venganza' con mis cuentas pendietes os diré que no es cierto. Internet es un medio tan potente que permite emitir millones de opiniones. Ahora, aunque no descarto el que siga recibiendo críticas y respuestas a las mías, intentaré buscar nuevos asuntos, desplegar el abanico de nuestras inquietudes y andanzas.
Sin embargo, permitidme que al que tildé de 'hijo de perra' en mi columna de La Voz del Tajo (el ''profesor' José Luis Marbán) le indique que, para su desgracia, conservo la fotografía de clase de 3º de EGB en la que fue 'nuestro tutor'. (Tutores así no los quiero ni en pintura). Aún espero su querella, si tiene napias para presentarla.
En definitiva, vayamos a otra cosa.
En la dulzura de la primavera que se va asomando se nos vienen encima unas elecciones que remozarán y cambiarán los ocupantes de los asientos del consistorio talaverano. ¡Qué efímera es la vida política! (menos en el caso de Manuel Fraga, que no se va de ella ni cuando ya está en silla de ruedas y no se le entiende ni la mitad de lo que dice). Casi cabe apelar a Jorge Manrique en sus 'Coplas por la muerte de mi padre':
Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdamos
Así pues, pasémos página, aunque como en cualquier libro, se puede volver a la página anterior. Y YO NO ME VOY A CALLAR ante gentuza de tal calaña.
Volvamos a lo dulce (o amargo para algunos). Me tocó en cierta ocasión ocupar el lugar contiguo al de Tirso Lumbreras (que no se presentará al Ayuntamiento en la lista del PSOE) en cierta comida en la que hablamos más minutos juntos que en el resto de otros momentos de nuestras vidas. No me pareció lejano, tampoco cercano. Pero sí capacitado. A Lumbreras le ha barrido su valía, su cúmulo de cargos, su desgaste político. Es hora de descansar. En cambio, a Rivas, como he sostenido en otras ocasiones, no le queda otra que marcharse vestido con el traje de ser el alcalde que trajo el AVE a Talavera. A eso aspira.
Rivas, con sus ganas de renovar el título de alcalde, busca fórmulas con las que estimular el voto hacia su opción política. Para ello renueva equipo, como los conjuntos futbolísticos fichan jugadores que ilusionen a su afición. Veremos, en mayo, si la estrategia le ha dado resultado o no.
CIUDADES FRONTERIZAS.
ResponderEliminar- Nuestro español bosteza.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estomago vacío?
- El vacío es más bien en la cabeza.
(Antonio Machado. Proverbios y Cantares)
A estas alturas de la vida no me importa ya que, por una opinión personal, se me pueda tildar de fatalista, victimista, inoportuno o quejicoso.
Lo cierto es que muy pronto caí en la cuenta que, a la ciudad que me vio nacer y en la que me crié y también nacieron mis hijas, poseía una identidad que no la favorecía, mezcla de frontera y “extrarradio” de provincia.
Si aún me quedaba alguna sospecha, los años me fueron confirmando que así era. Los datos concretos me aburren, pero lo evidente en nuestros días es que Talavera sigue siendo la gran ausente en muchas cosas. No me vale que vengan vendiéndome los logros e inversiones que se han conseguido. Por otro lado, muchos de ellos puntuales, populistas y carentes del verdadero valor que debiera impulsar la economía y el progreso de una ciudad que se precie. Lo que me gustaría es que los políticos que nos han gobernado y ¿mirado por nuestros intereses?, en un arrojo de sinceridad (que me temo no lo van a tener nunca; la edad me ha enseñado que el político carece de “un par” para acometer tale confesiones) nos dieran las explicaciones que toda la ciudadanía está esperando sobre algunos asuntos:
- ¿Por qué Talavera tiene el índice más alto de paro de las ciudades de Castilla – La Mancha?
- ¿Por qué nos han engañado tantas veces con los plazos de las obras del AVE?
- ¿Por qué no acaba de despegar el tejido industrial en Talavera, como por el contrario si ha ocurrido en otras áreas de la provincia y región, no tan lejanas?
- ¿Por qué el polígono de Cazalegas, dicho con todo el respeto hacia nuestro municipio vecino, ha ganado la partida de largo al polígono de Torrehierro? ¿Imaginan el dinero que se le escapa a nuestro Ayuntamiento por esa “brecha”?
- ¿Dónde quedó el Mercado Nacional de Ganados? (Ah, se me olvidaba: nos lo cambiaron por el mercadillo de los miércoles en el recinto ferial. Vds. perdonen mi despiste).
- ¿Alguien me podría decir como se distribuyen las subvenciones desde la Consejería de Industria y que porcentaje han disfrutado nuestras empresas? (Este si que sería un buen motivo de investigación periodística. Yo por si acaso, lo dejo caer…).
- ¿Se acuerdan “los más viejos del lugar” de la pegatina “Aún sin la Ford, Talavera es la mejor”? Y sin la fábrica de helicópteros, y sin plataforma logística “de primera”, y sin un futuro que nos pueda aliviar.
Seguro que el lector podría seguir rellenando la lista…
Por todo lo anterior y por todo lo que faltaría decir, sólo prometo volver a creer “en ellos”, el día que la política (y el político) se torne sincera y en un acto de valentía, uno de los que actualmente nos gobiernan o pretenda gobernarnos, comience su mitin diciendo:
“Lo primero que quiero reconocer públicamente y ante mis ciudadanos, son mis errores y aquellas promesas incumplidas que un día les conté para ganarme sus votos. Y no sólo eso, asumo mi responsabilidad y les daré cumplida respuesta de los motivos, uno a uno, de por qué lo que creí iba a conseguir, finalmente no ocurrió”.
Para a continuación acabar añadiendo:
“Y os daré cumplida cuentos imposibles encuentre en el camino, pero a la vez os doy mi palabra de que lucharé hasta caer en la lona y que me cuenten diez!
¿Se imagina el lector al alcalde de su ciudad pronunciando estas palabras una semana antes de las elecciones? Yo desde luego no. Pero si así fuera, le aplaudiría hasta que las palmas de las manos echaran humo, y al margen de ideologías, os prometo que mi voto iría a parar a sus manos. Y en un arrebato de emoción desbordada y desde lo mas profundo de mi alma, exclamaría: ¡ese es mi alcalde, el que los tiene bien puestos!
Y otros muchos callarían pensando que se ha vuelto loco.
JAFG (El número 7)