Claro que como ajos, indignaito. Con toda la tralla que has lanzado sobre mi persona, como para quedarme callado. Fíjate si no leo (salvo cosas como lo que tú escribes) ni veo basura que no sé ni quién es el 'mermelada' ese que dices llamó 'hija de puta' en directo a alguien. No comparto tu vicio por ver telemierda, así de claro. ¡Con lo bien que se vive leyendo prensa en condiciones o informaciones vertidas en los telediarios! Eres de lo que no hay.
Y claro que me atrevo a llamar 'imbéciles' a todos aquellos que campan a sus anchas donde les da la gana. Una cosa es reivindicar y otra es hacerlo a costa de molestar a los demás. Mi libertad acaba cuando colisiona con la tuya ¿no? Y yo si les califico así es porque (lo tengo que decir una vez más) etimológicamente 'imbécil' (lo dice la R.A.E., no yo) significa 'alelado o escaso de razón'.
Así me ha parecido todo esto. Montad un partido político y, hala, a las elecciones. Y no te descalifico con lo de 'imbécil'. Es al revés. Te califico. Y claro que tengo convicciones. Si no las tuviera, mal iría.
Respecto a esa tontería (también es calificativo, acuérdate de Forrest Gump) sobre que soy un demócrata 'disfrazao' y que eso no me lo quita nadie (añades) te comentaré que hace mucho tiempo que me quité el disfraz, por la simple razón de que cuando trabajas en un medio de comunicación se trabaja en vivo y en directo, como en el teatro. Aquí no hay tomas falsas. Somos dueños y RESPONSABLES de lo que escribimos. ¿Por qué te crees que te contesto desde aquí? Por si se te ocurre querellarte contra mi.
Y si tan 'indignao' estás contra esos '4 listos' insolidarios que mencionas ¿por qué no te vas derechito al Juzgado y los denuncias?
¡Qué bonito es vivir sin dar la cara ni rendir cuentas a nadie! ¡Qué bonito tirar la piedra y esconder la mano! Aprende, arlequín de la palabra, que criticando desde el anonimato no se levanta una nación. Se levanta con un término abstracto y absoluto que parece que no entra en tu repertorio: el término se denomina 'valor'.
Eso es lo que hay que tener.
Por último, como no puede ser de otra forma, entre personas que tengan diferencias pero que usen la palabra para dirimirlas, yo también te deseo que te vaya bien en la vida. Y, por supuesto, aunque es obvio, también le deseo que le vaya bien a mi hijo por la cuenta que me trae. También que les vaya bien a los tuyos, por la cuenta que a ti te trae.
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