Interesante no, interesantísimo el informe de la Real Academia Española de la Lengua sobre el sobreuso y el abuso de la imposición de nuevas normas lingüísticas con el fin de 'abolir' el sexismo de nuestro idioma.
Una payasada política en toda regla.
Quienes escribimos habitualmente hemos de regirnos por las normas de la RAE y no dejarnos influir por decisiones o pretensiones que intenten variar por la fuerza todos los conceptos de la sintaxis, morfología o semántica que conforman nuestro léxico desde hace muuuuuuuuuuuuucho tiempo.
Estos (y estas) aborígenes de la lengua y el sexo sólo me producen lágrimas letradas. ¡Qué pena que nos dediquemos a debatir si hay que decir juez o jueza, a introducir normas lingüisticas dentro de un idioma asentado desde hace siglos, como es el español! Este idioma cuenta con la ventaja de especificar el género incluso desde el artículo, no como el inglés, que necesita aclarar en muchas acepciones a qué género se refiere su frase, porque su artículo determinado 'the' no transmite el mismo. Si decimos 'the end' traducimos 'el fin'. Si decimos 'the woman' traducimos 'la mujer'. Pero siempre el 'the' por delante.
Un consejo para estos elaboradores de esas guias lingüisticas que pretenden reordenar la lengua y el sexo españoles: más ortografía y menos tonterías.